miércoles, 6 de enero de 2010

¿En qué consiste educar en el siglo XXI?


Tomando en cuenta todo lo aprendido en estas intensas semanas y considerando como base esta imagen que encontré, me gustaría comenzar a exponer mis pensamientos basándome en la pregunta que acompaña la fotografía ¿En qué consiste educar en el siglo XXI?.
Se me ha hecho muy difícil lograr establecer un punto de partida para esta reflexión pues son muchos aspectos que la respuesta a esta pregunta involucra, sin embargo, continuando con la observación de la fotografía, es posible apreciar a algunos alumnos frente a un computador; si bien es cierto, en nuestro país no es la realidad diaria del aula, es una constante que interviene día a día el proceso de aprendizaje, pues la mayor parte de nuestros estudiantes tiene acceso a un computador y a internet, ya sea en su casa o fuera de ella, siendo ésta la principal característica del siglo que aceleradamente vivimos: el acceso a las nuevas tecnologías y comunicaciones.
Educar en el siglo XXI entonces, a mi parecer, involucra como gran desafío considerar el real contexto de nuestros estudiantes, lo cual desde hace ya varios años, es una necesidad para que el aprendizaje de ellos sea efectivo, de esta manera lo expresa el "Marco para la Buena Enseñanza" en el Dominio A: Preparación de la Enseñanza, criterio A2. "Conoce las características, conocimientos y experiencias de sus estudiantes" las cuales en la época en que vivimos, se traducen principalmente a la utilización y dominio de las tecnologías y aplicaciones que se encuentran a nuestra disposición. En su tiempo fue Internet y su sistema de información que nos deslumbró, a ello se han ido agregando redes como Blog, Twitter y Facebook que complementan aún más la era de las comunicaciones. Si observamos nuestro entorno, nos damos cuenta que todo el sistema mundial y sus diversas áreas han logrado insertarse a esta realidad, por lo tanto, es un imperativo que podamos hacerlo lo antes posible, pensando siempre en actualizarnos para mejorar nuestras prácticas y renovar nuestras metodologías en beneficio del aprendizaje de nuestros alumnos, nuestro único fin. Lo importante, es que podamos buscar el lado positivo de estas tecnologías, pues si nos ponemos a buscar el lado negativo, probablemente lleguemos a la conclusión de que es mejor no utilizarlas. A este lado positivo, debemos agregar la cualidad de atractivo, pues no tiene provecho utilizar la tecnología como un fin en si misma, sino que es necesario utilizarla como un medio para lograr lo que deseamos. Respecto a esto, considero adecuado también que como docentes, seamos capaces de apropiarnos de cada nueva aplicación tecnológica que pueda servirnos para facilitar el aprendizaje de nuestros estudiantes. Es cierto, muchas de ellas no han nacido para dar respuesta a una necesidad educacional, sin embargo, es nuestro deber lograr darle ese curso. Deseo recalcar muy bien mi opinión, en el sentido de que creo que la tecnología es un complemento para la tarea que a diario realizamos, en ningún caso propongo que ésta sea la única metodología a utilizar, pues la mayor parte de nuestro trabajo se desarrolla centrado en las personas que están junto a nosotros, las cuales necesitan ser formadas en actitudes y valores que sólo pueden aprenderse en la relación cotidiana y concreta entre los participantes del proceso educativo.
El entorno que nos rodea está en constante evolución, la invitación no es a aislarse, sino a evolucionar con él en el ámbito en el cual nos desempeñemos, y para ello, la mejor forma de hacerlo es introducirnos en este mundo y comenzar a educar desde él, lo cual no indica que cambiaremos rotundamente nuestras estrategias, sino que se convierte en un complemento para el hoy pues no sabemos si estas tecnologías nos servirán para el mañana...
Para finalizar esta edición quiero dejarles el link de un video para que continúen su reflexión.
Desde ya agradezco sus comentarios, es necesaria la retroalimentación.